Es un problema serio que ocurre después de que un paciente recibe una transfusión de sangre. El sistema inmunitario del paciente destruye los glóbulos rojos que se le administraron.
Hay otros tipos de reacciones alérgicas a transfusiones que no ocasionan hemólisis.
Reacción a una transfusión de sangre
La sangre se clasifica en diferentes grupos sanguíneos llamados A, B, AB y O.
El sistema inmunitario normalmente puede diferenciar las células sanguíneas propias de las células sanguíneas de otra persona. Si otras células sanguíneas entran al cuerpo, el sistema inmunitario puede producir anticuerpos contra ellas. Estos anticuerpos trabajarán para destruir estas células que el sistema inmunitario no reconoce.
Otra manera como se pueden clasificar las células sanguíneas es por medio de los factores Rh. Las personas que tienen factores Rh en su sangre se denominan "Rh positivos" y las personas sin estos factores se denominan "Rh negativos". Las personas Rh negativas forman anticuerpos contra el factor Rh si reciben sangre Rh positiva.
Hay también otros factores para identificar las células sanguíneas, además del sistema ABO y el Rh.
La sangre que usted recibe en una transfusión debe ser compatible con su propia sangre. Ser compatible significa que su cuerpo no producirá anticuerpos contra la sangre que reciba.
La transfusión sanguínea entre grupos compatibles (como O+ a O+) por lo regular no causa ningún problema. La transfusión de sangre entre grupos incompatibles (como A+ a O-) causa una respuesta inmunitaria, la cual puede llevar a una reacción seria a la transfusión. El sistema inmunitario ataca las células sanguíneas donadas, haciendo que éstas estallen.
Hoy en día, toda la sangre se examina cuidadosamente. Los métodos modernos de laboratorio, al igual que los numerosos controles han ayudado a hacer que estas reacciones a las transfusiones sean muy raras.
Los síntomas de una reacción hemolítica a una transfusión por lo regular aparecen durante o inmediatamente después de dicha transfusión. Algunas veces, pueden desarrollarse después de varios días (reacción retardada).
Esta enfermedad puede cambiar los resultados de los siguientes exámenes:
La terapia puede prevenir o tratar los efectos graves de una reacción hemolítica a una transfusión. Si se presentan síntomas durante la transfusión, ésta se debe suspender inmediatamente. Las muestras de sangre de la persona que recibe la transfusión y del donante se pueden analizar para establecer si los síntomas son causados o no por una reacción a la transfusión.
Los síntomas leves se pueden tratar con lo siguiente:
El pronóstico depende de la severidad de la reacción. El trastorno puede desaparecer sin problemas o puede ser grave y potencialmente mortal.
Coméntele al médico si le están haciendo una transfusión de sangre y ha tenido una reacción antes.
La sangre donada se clasifica en los grupos ABO y Rh para reducir el riesgo de reacción a una transfusión.
Antes de una transfusión, generalmente se le hacen pruebas a la sangre del paciente y del donante (pruebas cruzadas) para ver si son compatibles entre sí. Se mezcla una pequeña cantidad de la sangre donada con una pequeña cantidad de la sangre del paciente y la mezcla se examina bajo el microscopio para buscar signos de una reacción a los anticuerpos.
Antes de realizar una transfusión, el médico por lo regular revisará de nuevo para constatar que usted esté recibiendo la unidad de sangre correcta.
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